jueves, 3 de marzo de 2011

AYER Y HOY DE LA COCINA CÁNTABRA

   A mi modo de ver se dan en Cantabria, desde siempre, dos formas de hacer Cocina. Claro está que, a pesar de sus puntos comunes, tienen enormes diferencias.
   La una, austera, la Cocina del interior. Más tradicional. Cocina sedentaria como sus mismos habitantes. La Cocina simple de lo cocido, según una clasificación estructuralista que, con lo asado y lo crudo, integraría las Cocinas de España. Cocina ésta, la de lo cocido, de andar por casa, la que se surte de la huerta familiar, del corral, de la caza  que trae el mozu...
   La otra, la del litoral, la Cocina de la mar. Cocina de imaginación, heredera de aquella lengua asada de ballena de nuestros antepasados. Cocina que sale de la despensa marítima de nuestra costa. Usa, con profusión, el aceite vegetal frente a la manteca de cerdo de la Cocina del interior.


Los cocidos

   Y, planeando sobre las Cocinas de la mar y la montaña, algo muy común a las dos: la leche, la mantequilla y el queso. Usados tal cual o modificando sabores.
   Dentro de la variedad de la Cocina del Interior hay que señalar los cocidos. Plato sorprendente, alimento rural por excelencia en sus distintas versiones. Hay un cocido montañés, en el que en su composición original, entraba el cerdo, la berza y las habas y que, después de la Conquista de América, sustituye las habas por alubias traídas de allá. Este cocido es caracrerístico de toda la Región, menos un pequeño enclave en La Liébana donde se hace con garbanzos, cecina y relleno (especie de farsa con pan, huevos y sazonamientos que, recién frita para que no se endurezca, se cuece en el cocido algún tiempo antes de servirlo); es el cocido lebaniego.
   Su paralelo en la costa podrían ser las marmitas, las sopas de pescados de roca, las patatas en salsa verde, etc.
   Y, común en las dos Cocinas, las sopas de leche, cuanto en el hondo cangilón había, del almuerzo del día de San Juan de Pereda.
    Después de los cocidos la gastronomía de nuestra Región hace uso de la carne secada al aire y al humo, la cecina, del chón en chorizos y perniles curados a la sal y al aire, los peloncillos horneados con limón, el cabrito a dos madres y, en algunos lugares, el burro y el gato guisado. En las antiguas fiestas el plato principal era el gallo en pepitoria o los pollos de corral. Por Navidad los caracoles con  nueces, cogidos con las primeras lluvias otoñales y puestos a purgar con ramas de laurel junto a la artesa repleta de papadas, tocinos y costillas adobadas con ajos y pimientos secos.
   La Cocina del pescado es aquí una cocina importante, tanto en la forma de tratar las grandes piezas, merluzas, lubinas, bonitos, rapes, etc., como sus aledaños, mocejones, barbadas, cámbaros, esquilas y toda clase de pescados pequeños, bocartes, verdel, cucos, palometas, chicharros. Y toda ella se hace con enorme imaginación: los guisos, las salsas, los ahumados, el cecial, tienen una finura especial. La ausencia de harinas en estos preparados la entroncan con la Cocina más actual. Las mezclas, a veces inusuales, con la huerta, el puerro, la zanahoria, el tomate, el pimiento, la berza y los respigos. Setas y arbejos en los bosquess y truchas y salmones en los ríos, hacen de nuestra Cocina un plantel de ofertas al más exigente gourmet.


Al final, postres

   El capítulo de los postres, tengo para mí, que, en su aparente simplicidad, es uno de los más originales de todas las Cocinas de España: el arroz con leche, perfumado con laurel, las tostadas, cocidas en almibar de manzana, la quesada, con sólo el aroma de la canela tostada, los buñuelos, pochados en leche, las tortas de máscaros, en tiempo de matanza, los guixuelos al anís, bañados en miel, las pulientas, los tortos, los sobaos.
   Y, como bebida, el orujo de Potes del que os damos la receta:

   Una alquitara de cobre.
   Uva pisada y fermentada durante  15 días.
   Humedecer con agua la alquitara y poner un fondo de paja, para que no se agarre la uva y tome mal sabor el orujo.
   Sobre la paja colocar la uva fermentada. Hacer fuego bajo la alquitara y dejar que, lentamente, empiece a destilar
   Mantener el fuego constante y fría, siempre, la cabeza del alambique.
   Con el primer orujo, el de más graduación, brindar con los amigos.
   Pueden no olvidar este momento...

15 comentarios:

Cayetana Saiz dijo...

Patrito, te escribo para desearte mucho éxito con este proyecto que estás empezando en el mundo de la "blogósfera".
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Estupendo lugar para comer. Fui con unas amigas y el sitio es maravilloso, con muchísimo encanto y un trato excelente. Pasamos un rato de lo más agradable y comimos de lujo por un precio tirado! lo recomiendo a todo el mundo!

maria dijo...

Patrito, que encanto eres. Que rico estaba todo, que barato, que mesa mas ideal, que casa... de verdad, tengo que decirles a todos mis amigos que vayan a comer allí.
Parada obligatoria para todos los que quieran comer bien y barato en Cantabria!

Anónimo dijo...

Cocina selecta la de esta señora.Ha conseguido crear unos platos tan elaborados que no tienen parangon.Nunca olvidare la maravillosa comida que degustamos y el trato recibido.No puedo dejar de recomendarlo para que puedan disfrutarlo.No quedaran defraudados

Marie dijo...

Quel endroit de paix...tout est arrangé avec gout, l'accueil est charmant, la cuisine délicieuse et les prix plus que raisonnables.
A recommander vivement!

Carmen dijo...

Patrito!! Ya me gustaría tener una abuela que cocinase como tu!! Me quedé maravillada con lo que has creado con tanto esfuerzo y dedicación! Que recuerdos tan buenos me trae esa casa, espero que me invites muy pronto (Aunque da igual porque volveré de todas formas) Un besuco

Anónimo dijo...

Hola, gracias Patrito por la fantástica comida que nos has preparado, tienes una casa-restaurante única, no sólo por la comida sino por el trato, el ambiente (parece una casa de cuento) y el entorno.
¡Volveremos pronto!.
Esperamos con ansiedad la lista de alimentos que vas a preparar (prét-á-pórter) de cara a la Navidad.
Hasta pronto. Mari Jose. Getxo.

Anónimo dijo...

Un lugar mágico, de esos que por desgracia no abundan. Cruzar su puerta es adentrarse en un mundo de sensaciones tanto visuales como degustativas, impresionante. Patrito es una persona encantadora que trasmite el buen karma hasta en el ultimo rincón de su casa y su menú. La sorpresa de no saber con qué te deleitara y luego la maravilla de una velada con encanto... Yo sin duda repetiré sin tardar.

Ana y Vanessa.

Alber dijo...

No entiendo estos comentario porque la comida que nos han servido hoy ha sido lamentable. Primero una crema de verduras quemada con una cantidad ingente de pimienta con objeto de enmascarar el sabor a quemado pero que ha convertido la crema en un puré picante. El segundo plato, pimientos rellenos de carne y con sus correspondientes huesos también, sin ningún interés. Para finalizar una pequeña porción de un bizcocho como empapado denominado " tarta capuchina". En definitiva, una auténtica decepción. Un auténtico desperdicio de establecimiento con un encanto indudable y echado a perder por una comida impresentable. Y como puede dar clases de cocina esa señora? Seguro que no volveré y , por supuesto, divulgaré por la zona la experiencia tan negativa que hemos sufrido.

Anónimo dijo...

Pues chico has tenido mala suerte por que la tarta capuccina de Patrito es espectacular!!!!!

Patrito dijo...

Nota para Albert:
Me extraña enormemente su comentario a la comida de mi casa.
Sobre la crema de verduras creo que Vd. confundió el aroma de genjibre con sabor a quemado, que no tiene nada que ver, ya que está claro que si una comida se nos quema no se nos ocurre , es de cajón, dársela a nadie. Por otra parte, muchos de los comensales, repitieron.
En cuanto a los pimientos rellenos, quizá involuntariamente, llevaran algún hueso. Esto no ocurriría si usáramos carne picada, pero nosotros deshuesamos a mano el guiso de los rellenos. También admito que se pueden tener fallos.
En cuanto a la Capuchina puede que a Ud. no le gustara, no todos los postres gustan a todo el mundo.
De cualquier forma nunca me ha gustado que mis clientes se vayan descontentos y estoy dispuesta a invitarles a comer el día que Uds. decidan.
De todas formas gracias por su comentario.

Tapioca dijo...

He ido un montón de veces, y cada una de ellas me he prometido repetir. Es indudable que, por muy bonito que sea un establecimiento, si la comida no lo acompaña, no repites, pero en El Solar de Bujadas cada vez que vuelves ya estás salivando en la puerta... nunca me ha decepcionado. Incluso en las multitudinarias comidas o cenas que he organizado, algunas con cerca de 50 comensales, el trato y la calidad y originalidad de la comida ha sido excepcional. Lo recomiendo sin duda alguna....

Carlos Guallart dijo...

Un sitio que no hay que perderse para comer en familia. Buena comida, ambiente cuidado y trato excelente.

Silvia dijo...

45 euros el menú sin contar vino y café aparte (3€ y de puchera)

manit dijo...

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